miércoles, 30 de enero de 2008

Noticias, viejo. Agárrate porque no te lo vas a creer. Nos han contratado para hacer una gira por los estados del sur. ¡Sí, lo que oyes! Tocaremos en una docena de ciudades. Los locales no son muy allá pero lo más importante es que nos pagarán por ello. Es un importe digno y no la mierda a la que estamos acostumbrados. De hecho hemos recibido ya un anticipo.

Y todo esto es gracias a Karl. Ese tío es un fenómeno. No sólo por su forma de tocar sino también la visión que tiene de la música. Está dando nuevos aires al grupo que buena falta nos hacía. (Hemos tenido... bueno, él ha tenido que hacer unos cuantos arreglos a tus letras. No te importa, ¿verdad? No es nada grave, en serio. Cambiar algunas palabras, el orden de algunas frases y un par de estribillos, pero todavía se reconoce tu estilo... Verás como cuando las oigas tú mismo vas a estar de acuerdo con los cambios).

Es una lástima que no puedas acompañarnos en la gira pero el doctor Mackenzie opina que todavía tienes para un par de meses mínimo. Por cierto, Lionel te envía recuerdos. ¿Qué? ¿Te parece imposible? Pues es así. Está muy cambiado últimamente y no sé a que se debe. Para mí que ya se le ha pasado lo del Salamander. Y eso que tú ni siquiera te disculpaste. Pero es que ayer mismo le vi charlando con Karl (quiero decir gesticulando, pues da la casualidad que la madre de Karl también es sordomuda -una caja de sorpresas este Karl-) como si fueran viejos colegas y eso que pensaba que estaba arrepentido por haberlo traído. En fin, cualquiera sabe lo que pasa por su cabeza...

A propósito de cajas de sorpresas tu prima Constance es otra. Te habrás preguntado de que conozco al doctor Mackenzie. Pues por mediación de ella, ¿como sino? ¿Y por qué? ¿Qué necesidad tengo yo de conocerle? Pues mira… tu prima, y no te ofendas por ello, no es esa personita idealizada que tienes. A Mackenzie, parece ser por lo que me contó, ya lo conocía de una manera, digamos, bastante íntima. Eso no me sorprendió, pues no es ninguna estrecha. Pero la tenía por algo más…“fina”, y cuando me propuso lo del trío, aluciné en colores. Y nada menos que con el doc. Te puedo asegurar que me resistí. No me gusta que haya otro metido en el mismo ajo. Pero ella tiene una manera tan cuidada y perversa de calentarte que al final terminé cediendo.

Nos citamos hace dos noches en casa de ella, porque el “bueno” de Mackenzie está casado, y no tardamos en ponernos al asunto. Te puedo asegurar que tu primita se soltó completamente. De hecho, pienso, que debía llevar días fantaseando con la idea y por eso se encontraba tan “estimulada”.
¡Menudo sándwich hicimos con ella! Si la hubieras visto retorcerse y gritar mientras el doc. le enchufaba el estetoscopio… y eso sin soltar el mío. Cambiamos varias veces de posiciones y no lográbamos satisfacerla. ¿Cuántas veces la irrigamos? Ni me acuerdo. Al final nos rendimos, agotados. Era ya de madrugada cuando volví a mi casa. Dormí doce horas seguidas sin interrupción.

Pero en fin, que te estoy contando. Si te acostaste tantas veces con ella como me dijiste no hace mucho, esta calentura suya no tenía que pasarte desapercibida. Porque te acostaste con ella, ¿verdad? (Es que tu prima asegura lo contrario. Dice que siempre te mostraste tímido y distante. Llegó incluso a pensar que no la considerabas atractiva. Y aunque le gustabas mucho se abstuvo de intentar nada. Pero, en fin, tampoco hay porque creerse todo lo que dicen las mujeres).

Después de esto pienso que Constance es demasiado para mí, y también para ti. Y como a Karl sólo le gustan las chinas, supongo que no tendrás inconveniente en que se la ceda a Lionel, pues observo que se le van los ojos detrás de ella.

En fin, seguimos en contacto.
Un abrazo

Buddy.


No hay comentarios: