¡Eres un cabronazo tío! ¡No tienes suficiente con tus fulanas blancas que tienes que engatusar a mi prima! Como querías que no me diera cuenta si no hace otra cosa que hablar de ti. Qué sepas que la he puesto al día de tus extravagancias sexuales y de tus salidas nocturnas al club Berry's. Pero si te sirve de consuelo, cosa que dudo, la ha tomado conmigo diciéndome que soy un celoso que nunca he soportado a sus parejas. Es cierto que estuvimos follando mucho tiempo, pero sólo se trataba de una más entre tantas, además en la cama nunca fue nada del otro mundo, de esto ya te habrás dado cuenta viejo amigo cabrón...
Veo que Constance te ha contado lo esencial, añadirte que estoy hasta los huevos de un puto enfermero que no me quita los ojos de encima, y espera, por que el tío mamón me ha propuesto cederle mi trasero a cambio de unos cuantos gramos de morfina. Por supuesto he aceptado, que quieres que te diga, que probar una gota de alcohol no lo voy hacer pero que un poco de morfina no hace daño a nadie .

Lo que tampoco debes saber es que hay una enfermera blanca que me tiene loco, gime y susurra como una negra y lo que más le gusta es estar encima mío tambaleándose, le gusta dominarme. Te juro que fue ella quien me buscó, de verdad que luché contra sus propósitos, vale, de acuerdo, le conté un par mentiras, pero solo para hacerme el interesante, es que si la vieras, tan joven y sensual ¿Qué mentiras le conté? Nada serio, que nos íbamos de gira por Europa y que me gustaría que ella viniera conmigo. Ya te digo viejo cabrón, nada serio.

Ahora te dejo que acaba de llegar el enfermero.

King