martes, 24 de marzo de 2009


¡Ahí esta! ¡¡Ahí esta ese maldito capullo!! Déjame King, déjame que lo mate... Tres días buscando a este negro cabrón para devolverle la paliza que nos dieron. ¡Y mírale! Mírale de de donde sale como si nada. Del burdel más caro de esta jodida ciudad. Rodeado de tres lujosas putas con las que se ha pulido la pasta por la que nos hincharon a ostias. ¡¡Qué no es para tanto...!! ¿¡Cómo que no es para tanto!? Pero si te faltan dos dientes y apenas se te entiende nada, so cretino.

Espera... espera que salga del todo. Esta vez no me va a engañar con esa palabrería de dandy. Esta vez va a recibir lo que se merece. ¡Pero que perdón ni que ostias, King! ¿Acaso eres predicador? ¿Cómo vamos a salir de ésta? ¿De dónde vamos a sacar el dinero que él se jugó? A ver, dime... Nos van a matar igualmente, ¿no? Pues déjame darme el gusto matarle yo antes.

¡¡Buddy, maldito hijo de puta, déjame que te agarre...!! No huyas como una rata, da la cara so mierda... Joder, será cabrón... No te escaparás... Ya te voy a dar alcance... Ya casi te tengo... Casi...

Pero... ¿qué pasa aquí? ¿qué coño es esto? ¿De donde sale este coche rojo?... ¡¡¡¡ OSTIAS !!!!




¿¡¿ Has visto, King, has visto... ?!? ¡¡¡ Tres tiros !!! Le han metido tres tiros y han tirado algo junto a él. ¡¡Corre!! ¡...se está desangrando! Sujétale... Joder. ¿Yo que coño sé de primeros auxilios? Tiene los ojos en blanco y parece que no respira. Me parece que está muerto. King. ¡KING! ¿Qué haces? ¡¡Para!! Te digo que está muerto... ¡MUERTO!... ¿¡¿ Me oyes ?!?

Sí. Esa maleta... No sé. Parece una neverita. Diría incluso que se parece mucho a una que teníamos. Sí, la que estaba en el coche antes de que esa furcia de Sara se largara con él. Déjame ver que hay dentro... ¿¿ Qué cojones te pasa a ti ahora ?? ¿Por qué me la quitas de esta manera?
¡¡Eres un puto chiflado!!

Mira, por ahí viene la poli. Me temo King que va a ser mejor que nos quedemos aquí. Es mejor que les contemos todo. Este asunto es muy feo, ya ves lo que ha pasado con el pobre Buddy. Pero... King, ¿Adonde vas? ¡Parate loco! ¿Pero será posible...? ¿¡Qué es lo que te agarra ahora pedado de anormal!? !Por ahí no...! ¡¡Espera!!

LIONEL

lunes, 2 de marzo de 2009

Al sur de LAS VEGAS, en una calleja de mala muerte.

¿Dónde vas amigo? Tú también, quédate ahí. ¿Estáis buscando acaso a vuestro compañero? ¡Que curioso! Precisamente íbamos a preguntaros lo mismo, ¿verdad Joe? Pero antes será mejor que nos presentemos. Por educación y eso...


Me llamo Frank Marmosa y trabajo para el señor Agnelli. He venido aquí con mis cuatro socios para... persuadir a vuestro amigo Buddy de que le conviene saldar su deuda. Nada menos que 300 de los grandes. Mucha pasta, ¿no es cierto Joe? El caso es que... al señor Agnelli le disgusta que le anden debiendo dinero. Y el señor Silverton... Buddy, hace más de una semana que no asoma su... delicada nariz por el comercio del señor Agnelli. Eso le pone muy nervioso al señor Agnelli que es un hombre de negocios con mucha reputación. Imaginaos que pensaría la gente si cualquiera pudiera pedirle un préstamo para luego no devolvérselo. Le perderían el respeto. Y en este negocio es muy importante el respeto, porque el respeto da la reputación. El señor Agnelli tiene la sensación de que el señor Silverton no le respeta y eso... no puede ser.

Pero, por suerte, aunque no hemos encontrado al señor Silverton os tenemos aquí a vosotros. King Goodman y Lionel Condon, ¿me equivoco? No sé quien de los dos es quien pero... ¿acaso importa? Tengo buena memoria y puedo recordar un par de jetas como las vuestras. Además sabemos donde encontraros. Así que... no dudo que acabaréis dando con él y por eso quiero que le transmitáis este mensaje. Es muy sencillo porque se compone de una sola palabra: ¡PAGA!

Pero... por si acaso se os olvida, quiero que conozcáis a mi compadre Joe Zambuto. Le apodan "el martillo". En especial sus enemigos, que son, claro esta, los enemigos del señor Agnelli... ¡Chxt! ¡Chxt! ¡Chxt!... Os creía más valientes. No está bien eso de huir. Y además aquí no podéis... Mis socios son más rápidos que vosotros. Anda Joe, explícales porque te llaman el martillo. Empieza por ése, el que tiene ojos de locos.

¡Eso es! Un directo al hígado. Y ahora acaríciale la barbilla... ¡Dale también al otro!... ¡Ja! ¡Ja! Menudas mazas tiene Joe, ¿eh muñecos?... ¿Qué os parece? ¿Recordaréis el mensaje? ¡Seguro que sí!

Y más vale que no intentéis huir porque iré a buscaros al mismísimo agujero del infierno si es preciso. ¡Hasta la vista, muñecos!