viernes, 1 de febrero de 2008

Digamos que Lionel y yo tuvimos una conversación de borracho a borracho, fue dura, con muchos reproches e insultos. Creo que puede covencerle que lo importante es el equipo y no él por encima de los demás, bueno por encima de ti y de mi. De todos modos vigílalo muy de cerca que no me fio demasiado, no me extrañaría que todo fuera parte de algún plan para acabar con la suerte de Karl, en fin querido amigo lo dejo en tus manos.

Jajaja veo que Constance te supera, ella tiene la capacidad de amar a varios hombres a la vez, e incluso alguna que otra mujer, te digo lo de mujer por que ayer eran las cuatro de la mañana que no podía dormir, estaba muy trempado con el líbido por las nubes, por lo que decidí darme una vueltecilla por las habitaciones de las enfermeras. Justo iba a entrar en la habitación de Pamela (ya te hablaré de ella en otra ocasión) me pareció oír ruidos, más que ruidos gemidos y susurros, enseguida averigüé de donde venían ¿Te lo imaginas? ¿No? De la habitación de Constance (se me olvidó mencionarte que los doctores también comparten pasillo con las enfermeras). Lo siento no puede evitarlo, de verdad que lo intenté querido amigo, luché contra todo, pero fue mi polla quien me miró muy seriamente y me digo ¡Venga gilipollas abre la puta puerta de una vez! Y lo que diga mi polla va a misa.



Y eso hice, abrir la puerta muy sigilosamente. Asomé el ojo acribillando la poca luz que entraba por el exterior de la ventana. Aquello era un espectáculo querido amigo, no sé por donde empezar. Yo conté a siete, cinco mujeres y dos hombres. Dos de ellas estaban intercambiándose las lenguas, mientras sus dedos desaparecián por los caminos de un secreto compartido en silencio. Un poco más a la derecha un hombre le estaba humedeciéndole la via láctea a una voluptuosa y apetitosa mulata, la lengua del hombre era una lección de como mojar de cálidas caricias las células más escondidas de aquella mujer. Y por último querido amigo, por último nuestra Constance, tan dulce y sexy. ¡No es una mujer es una bestia! Estaba encima del Doctor Mackenzie agitándose arriba y abajo murmurando rezos que más vale no repetir, de vez en cuando se abalanzaba sobre él clavándole la uñas en cualquier parte, hasta que al final en un giro asombroso intercambiaron sus posiciones, ahora ella desde abajo lo abrazó con tanta intensidad que me pareció sentir sus manos sobre mi espalda, y gritó gritó consumiéndose en la boca del doctor. Pero aqui no acabó todo, no mi querido negro, que va, de la nada apareció otra mujer le abrió las piernas a nuestra inocente Constance e inició un viaje iniciático por la mitología clitoriana, ¡Dios! cómo lo chupaba, qué lengua qué ganas qué impetud...

Mi polla también quiso opinar amigo mío, rocié la puerta de un mar de espuma veraniega. Volví a la habitación jodido. Constance te dijo la verdad nunca le presté atención...Pero eso va a cambiar, quiero poseerla quiero que sea solo para mi. Creo que me he enamorado querido amigo. Como Lionel se acerque a ella juro que lo mato.


King.





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