martes, 19 de febrero de 2008

¡Constance, por el amor de Dios, te dije que no le quitaras el ojo ni un momento...!

¿Y ahora que hacemos? Estamos en mitad de una gira y el promotor es uno de esos "spaghetti" relacionado con las principales familias mafiosas de NY. No nos dejara que cancelemos ni uno sólo de los conciertos. Si lo hicieramos nos cortaría las pelotas. O en el mejor de los casos nos hundiría para siempre y no habría antro por sucio y maloliente que fuese que se dignase a contratarnos.

Escucha nena, tienes que impedir que lo deriven a un psiquiatríco, ¿me oyes? Hazlo como sea. El suicidio ha sido sólo un intento. Pero su mente está buscando una huida. Lo presiento. Quiere dar un salto al vacío, y la enfermedad podría ser el medio. Si lo hace será imposible que lo recuperemos. Y no quiero que se convierta en un vegetal, joder. No quiero que los loqueros urguen en su cerebro...

Dame tiempo. Al menos hasta que termine la gira. Un mes sería suficiente. (Utiliza tu influencia sobre Mackenzie si es necesario). Da la maldita casualidad que el último concierto lo daremos ahí, en Austín. Nos reuniremos con él entonces y ya decidiremos que es lo que hacemos.

Todo depende de ti preciosa, sé que es una putada pero no queda otra. Tú eres la que está más cerca. King no puede ir a un psiquiátrico. Acepta lo que te digo y haz lo imposible.

Un beso enorme,
Buddy

P.D.: Agradecería de que me mantuvieras informado puntualmente de cualquier cambio de humor o alteración de su comportamiento que observes. Tengo parte de las claves de lo que sucede en su cerebro y tal vez pueda aconsejarte...


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