martes, 11 de marzo de 2008

Si Buddy, hay un tal Nick de New York, regenta una pequeña editorial junto a su familia. Le he preguntado a Nick que hay de verdad en lo que me cuentas. Parece que todo es cierto, que tiene un curioso interés por el diario de King. Pero hay que contarlo todo, y precisamente, lo que no cuenta Nick es lo más importante, quiero decir que Nick es gay, y que está loco por King. King lo sabe, y disfruta provocándolo, poniéndolo a cien. Creo que es capaz de acostarse con Nick con tal que le publique el diario, no entiendo como lo has aguantado tantos años, yo empiezo a desesperarme.

Lo he convencido para que se venga a casa un tiempo (seguro que me voy a arrepentir), mañana dejará la clínica, y pamela, su amiguita que cada día soporto menos, también vendrá a casa. Yo creo que King lo hace para fastidiarme. No puedo competir con una veinteañera con unas tetas de plástico y unos morros de chorizo. Si fuera por mi, estaría de patitas en la calle, esto es un sinvivir. Mira que he estado con muchos tíos pero este se me resiste. Sin ir más lejos, el otro día lo puse bien caliente y cuando parecía que por fin iba a sentir su fresca negrura se me durmió. Me da vergüenza contártelo, pero es así.

Debes tener en cuenta una cosa Buddy, él nuca más estará bien, su delirio es irreversible, tiene el cerebro destrozado, como una esponja seca, y que, por mucho que la mojes no absorbe lo suficiente.
Por cierto, ¿Qué pasó en el Club Jazz Svensson? He oido que salistéis corriendo. Corren rumores que el gran Karl es un traficante.
Te echo de menos
Un beso grande
Constance




1 comentario:

malditas musas dijo...

¿Qué Perseguidor ha influído en tus letras? Me gustan mucho... El monólogo interior es difícil pero tus personajes en pocas palabras se definen bien.

Felicitaciones por eso y gracias por tu visita a las musas.
musa rella