miércoles, 23 de julio de 2008



¡Yo no pienso ir a Tucson! No he conocido ciudad más aburrida. Además sabes de sobras que los forasteros no son bienvenidos, sobre todo si no tienen donde caerse muertos. Te conozco más que tu madre, bueno, eso no es muy difícil, vale vale era una broma, joder qué poco sentido del humor, sé a lo que vas, mientes muy mal. Tienes una cuenta pendiente, veo que si, que la herida del ojo aún no ha cicatrizado. Dime ¿Estás seguro que ése tipo sigue viviendo en T? Han pasado un montón de años, somos un par de viejos con dos buenas pollas, pero poco más. Si das con él volverá a reventarte la cara.

Lo siento negro pero pero me largo a Chicago, se lo he prometido a Sara. Te propongo que quedemos en Chicago de aquí a unos días. Seamos claros cacho negro, soy absolutamente prescindible para el grupo, pinto menos que un pincel sin pelos, si me aguantas es por qué una vez te salvé la vida, nada tiene que ver con la amistad. Nos aguantamos y soportamos por qué nos asusta la soledad, nos angustia saber que somos dos negros solitarios que moriremos solos, nadie vendrá a nuestro entierro, si Buddy es así, somos un par de desgraciados sin pasado sin presente y sin futuro. Lo siento Buddy, pero me voy con Sara a Chicago. Tú has lo que te parezca, pero yo no aguanto más esta mierda coche, al capullo de Lionel y la puta nevera.
K.


No hay comentarios: