domingo, 25 de mayo de 2008

SAN ANTONIO (Texas)

¡Otra vez con lo mismo! No le pasa nada al maldito coche, ese ruido lo haces tú con la boca. Y dejad de toquetearla ahí detrás, me estáis poniendo cachondo. Casi no veo las señales. He estado a punto de pasarme San Antonio.

Tampoco veo porque tenemos que dar esta vuelta tan idiota. Podríamos ir directamente a El Paso. No creo que halla aquí un solo local que quiera contratarnos. Pero como tú, Lionel, te has empeñado en bajar hasta aquí te encargarás de buscarlo. ¿No dices que ya conoces la ciudad?

Os lo digo en serio. Creo que sería mejor que ella estuviera aquí delante. No cabeis los tres ahí detrás. La dama ocupa lo suyo. Además, así se acabarían las peleas por meterle mano. ¿Por qué os poneis así? Si está dormida. No puede oir lo que digo. Si vuestros magreos no la han despertado menos lo harán mis palabras.

Voy a parar en esa gasolinera antes de entrar en la ciudad. Necesito hielo. Sí, para la nevera. No es cosa tuya Lionel, concéntrate en las calles. Recordarás al menos donde están los clubs donde se toca Jazz y luego algún hotelucho que no nos cobre demasiado. En la misma habitación ni hablar. Ella que se busque la vida. Bastante hacemos con llevarla con nosotros.

¿Qué pasa King? ¿Por qué no te quedas en el coche? Te he dicho que no. No pienso meterle más pastillas a Lionel. Eres tú el que tienes que tomártelas. Pues te aguantas si a él también le gusta la gorda. ¿Es que tenéis que estar siempre compitiendo por todo?

Toma, ve a por unos sandwiches de queso y jamón mientras guardo la nevera en el maletero. El coche tiene gasofa suficiente, pero le añadiremos un poco antes de irnos. Ya está, sube. Nos vamos. A ver Lionel, ¿dónde dices que queda el Santa Clara Jazz Club?
B.

No hay comentarios: